(Dedicado a mi buen amigo Luis (otro Luis diferente), gran amigo, gran maestro en la avancarga, y poseedor, también, de otro rifle Garand M1).
Otra
leyenda asegura que es imposible recargar el peine una vez introducido. Bien,
pues es falsa, sí se puede recargar el peine, mediante el procedimiento de
echar hacia atrás la palanca de montar el arma, sujetarla con la palma de la
mano, e introducir en el peine los cartuchos precisos. Sin embargo, la maniobra
requiere coordinación y cierta fuerza, lo que la hace notoriamente incómoda. Es
mucho más sencillo, una vez echada hacia
atrás la palanca, accionar el botón rectangular del lado izquierdo del cajón de
mecanismos, para expulsar el peine ya cargado, e introducir seguidamente uno
con los ocho disparos. Tampoco es cierto que precise de un peine para ser
usado, puedes alimentarlo tiro a tiro sin muchos problemas, pero exige que con
un par de dedos bajes la teja de elevación para que el cierre pueda completar
su recorrido. De hecho, dicha manipulación puede verse en uno de los episodios
de Hermanos de Sangre (creo recordar que en Crossroads - Encrucijada).
A
fin de eliminar el ruido metálico que hacía al caer, se diseñaron peines de
material plástico. Pese a mis esfuerzos no he podido localizar ni uno sólo, ni
tampoco he encontrado una sola fotografía. E igual le pasa a la mayoría de
autores consultados, por lo que se afirma que nunca se llegó a fabricarlos en
masa, y por supuesto jamás fueron usados.
Y
una última anécdota con el clip. En 1943, (se discute que si en Túnez o en Sicilia), un buen grupo de GIs se dieron cuenta que se podía usar… ¡para
esposar prisioneros! La técnica es la siguiente: se les pone las manos a la
espalda, y los pulgares se introducen por los extremos del mismo, dejando la
parte posterior del clip hacia fuera. A ésta, se le da un golpe seco con la
palma de la mano para terminar de encajarlo, quedando así como si fuera una
esposa de pulgares. Al cabo de un par de minutos, los pulgares se hinchan,
aumentando la presa que hace la pieza, y cualquier intento de quitárselo uno
mismo, sólo obtiene un importante aumento del dolor, y excoriaciones causadas
por los labios del citado clip. En una ocasión probé si era verdad, y tras
pedir ayuda a mi mujer, el asunto terminó jocosamente, pues hasta que no golpeó
los labios con el mango de la bayoneta (como se hacía en la guerra) no hubo
maldita forma de poderme quitar el dichoso clip de los dedos…
Posición inicial del Clip para usarlo como esposa de pulgares. Sólo falta dar un golpe en la parte inferior del mismo, y ya está colocado. |
Al
término de la Segunda Guerra mundial, se decidió proceder al almacenamiento de
un importante número de rifles M1. Previamente pasaron por un programa de
reparaciones y reacondicionamiento para
garantizar su estado. Se comprobó que la mayoría de los rifles, pese a su intenso uso, seguían
en buenas condiciones. Solamente, había que cambiar, no en muchos, la palanca de armado, que mostraba ya alguna
grieta. El único problema de mención lo mostraban los usados en el Pacífico:
pese al cuidado y limpieza, y al contrario curiosamente que otras armas como
las carabinas M1, muchos cañones presentaban signos de óxido, pero sin afectar
el rayado y la precisión del arma. Así que se fabricaron cerca de 355.000
cañones nuevos, para sustituir todos aquellos que presentasen la más mínima
tara.
Se
almacenaron de una forma realmente ingeniosa, forma que se repetiría en otras
armas, y durante muchos años. Se seleccionaron barriles de buena calidad, y un
soporte para dichas armas, que en el caso del Garand
tenía capacidad para diez rifles. En el centro, había un contenedor para
piezas, clips, manuales, etc. Los M1 fueron limpiados, y aceitados con una
pequeña y fina capa, montados en los soportes, e introducidos en el barril. Los
barriles tenían atmósfera controlada, garantizando una mejor conservación, y
consiguieron que tuviesen una flotabilidad positiva. Para abrirlos había
diseñados ciertos “abrelatas” algunos manuales y otros mecánicos que se
almacenaban junto con los barriles, pero aún así, y por si acaso, se podían
abrir con un simple martillo y un escoplo. La idea era que si era preciso, nada
más abrir los barriles, se pudiesen usar sin tener que someterlos a limpieza ni
acondicionamiento de ningún tipo. Muchos de los Garand en manos ahora de coleccionistas
civiles han salido de esos barriles; y sí, es cierto se podían disparar nada
más salir de sus contenedores.
Tres fotos que muestran el ingenioso sistema de almacenaje. No sólo se almacenaron así Garands, sino también Thompsons, carabinas M1, BAR... |
El
fin de la Segunda Guerra Mundial no significó el fin de la carrera militar del
M1 Garand…todo lo contrario, fue el
comienzo. En 1950, los EEUU se vieron abocados a intervenir en la guerra de
Corea tras la invasión del Sur por el belicoso norte comunista. El US Army estaba casi desmantelado, y era una
sombra de lo que fue en 1945. Fue preciso volver a partir desde casi cero para
crear nuevamente un ejército potente, y en su ayuda vino la disponibilidad y
gran dureza y fiabilidad del Garand.
Si
en la guerra anterior se portó de maravilla, Corea no fue una excepción. Los
veteranos recuerdan con cariño dicho rifle, y su excelente fiabilidad y
precisión, aún bajo las peores condiciones climatológicas. Pese al brutal frío,
los Marines que combatieron en la reserva de Chosin
recuerdan que seguía funcionando, y sólo había que preocuparse de limpiarlo un
poco para que no se acumulase ni hielo y ni barro congelado en el cerrojo, y de
darle un golpe (como ya se ha dicho) a la palanca de armado al final de su
recorrido para asegurarse que estaba correctamente colocado.
Reserva de Chosin. Otro campo de batalla que demostró la dureza y utilidad del rifle M1. |
A
pesar de las labores de conservación antes mencionadas, el advenimiento de la
guerra fría significó la necesidad de rearmar a un buen número de aliados,
aparte de las fuerzas armadas norteamericanas; por lo que se decidió volver a
fabricar el M1 Garand en 1951. Se encargó a Springfield, a Harrington &
Richardson y a Internacional Harvester la fabricación de los nuevos Garand. Y
aquí surge otro de los mitos del Rifle M1. Las dos primeras tenían experiencia
en la fabricación de armas ligeras, pero Internacional Harvester no. De hecho
su contrato era una subcontrata del de Springfield, según malas lenguas por
mediación de ciertos políticos locales.
No
es de extrañar que tuviese problemas con las primeras series, y de hecho, al
principio, tuvieron que limitarse a ensamblar las partes proporcionadas por las
dos anteriores. Al final, fabricarían unos 337.623 rifles, desde 1952 hasta
1956, pero debido a los antes mencionados, siempre tuvieron una mala
reputación, lo que ha conseguido que su precio de venta sea siempre inferior a
los de otros fabricantes. Es curioso, pues los rifles pasaban por la inspección
del US Army Ordenance, que no aceptaba los defectuosos. Y de hecho, no son
malos, sino que son más precisos que otros por una curiosa razón: Internacional
Harvester no fabricaba sus cañones. Se los encargó a la Line Material Company
de Birmingham, Alabama (están marcados con LMR en un lateral), que los
fabricaba con una calidad muy superior al resto de competidores.
También
hubo que volver a fabricar más lanzadores de granadas M7, para la bocacha del
arma. El citado lanzador, para ser usado, precisaba cartuchos especiales, y
usar una llave para abrir más el cilindro de gases. Pero al hacer ésto, el
rifle sólo funcionaba en repetición manual con munición normal, lo que motivaba
que muchos G.I. simplemente “perdiesen” el lanzagranadas tras unos pocos usos.
No sería hasta julio de 1945, con la aparición de la versión M7A1, cuando este
problema sería resuelto, pudiendo disparar granadas con la munición de combate
habitual. En la postguerra, se fabricarían las versiones mejoradas M7A2 y M7A3.
La
guerra de Corea, además, vio un mayor uso de las versiones de francotirador.
Realmente, no era un rifle de francotirador como tal, las versiones C y D, sino
modificaciones someras sobre rifles estándares que habían demostrado en las
pruebas que tenían más precisión que otros. Durante la Segunda Guerra mundial
se habían producido unos 7.971 rifles M1C. En Septiembre de 1944, salió el
modelo M1D, del cual sólo unos pocos ejemplares se fabricaron durante la
guerra, pero que verían luego mayor uso y mayor número fabricados en la
inmediata postguerra y en Corea. De Hecho, muchos M1C serían convertidos al
modelo M1D mediante un kit diseñado al efecto.
Garand M1D. |
Los
norteamericanos fueron de los primeros defensores del uso del tirador selecto
para abatir blancos de gran valor como oficiales o especialistas de tropa. No
hay más que recordar las bajas de oficiales británicos que causaron los rifles
Kentucky y Pennsylvania durante la Guerra de Independencia. Sin embargo,
siempre, al final del conflicto olvidaban todo lo aprendido, y en el siguiente
debían empezar desde cero…y es curioso, pues en aquellos años sí que contaban
con una excelente versión de precisión del Garand.
A
John C. Garand le preguntaron cómo mejorar la precisión de su arma. La
respuesta fue sencilla: modificarlo para que el cañón tocase solamente con el
cilindro de gases, y con nada más, ni siquiera con la madera del guardamanos;
es decir, lo que todos sabéis que se hace hoy en día con los buenos rifles de
precisión, con el concepto del cañón flotante. Además, un buen número de
armeros aprendieron a modificar el gatillo y dejarlo en presiones menores de 4
libras en el segundo tiempo. Otros armeros, además, constataron que los que
tenían más ajustada la palanca de armado al cajón de mecanismos, tendían a
tener mayor precisión.
Surgió
así el Garand más caro de todos: el National Match Rifle, cuya fabricación,
comenzó en marzo de 1953 con unas 800 unidades, en Springfield Armory. Las
piezas que usaban eran especiales, realizadas con unos estándares más estrictos
y con mucho mayor mimo, siendo marcadas con las letras NM para distinguirlas de
las normales. Estos rifles no fueron al ejército, sino que fueron usados de
forma deportiva, en las populares competiciones de tiro de precisión con rifle
que surgieron tras la Segunda Guerra Mundial y la guerra de Corea. En total se
fabricarían unos 40.000 National Match Garands, pero si pegas un pelotazo de la
lotería y tienes dinero para hacerte con uno, hay que tener cuidado, pues
dentro de este gran número se incluyen muchas modificaciones (más o menos
amplias) posteriores realizadas con piezas con los marcajes NM.
La
llegada de la normalización de los calibres de los países miembros de la OTAN
al 7,62x51 mm, significó también un renovado interés del US Army, US Navy y
USMC por un nuevo rifle, que aprovechase todas las bondades del M1, pero que
eliminase sus defectos. Así nació, sobre la base bien probada del Garand, el rifle
M14. Pero quedaban muchos Garand en servicio, y además otros muchos millares se
habían suministrado a aliados, por lo que una versión en el nuevo calibre era
el paso más lógico.
En
un primer momento, solamente cambió el grupo del cerrojo, adaptado a las
presiones y dimensiones del nuevo cartucho, siendo así denominado como “US
Rifle, Navy (la marina fue la principal impulsora del proyecto), Mk2, Model 0”.
Sin embargo, y de forma sorprendente, y a pesar que teóricamente no debía dar
problemas, mantener el cañón original del .30-06 se traducía una pérdida
importante de fiabilidad, por lo que se tuvo que fabricar cañones específicos
del nuevo calibre, siendo éstos conocidos (tanto los de nueva fabricación como
los modificados por el siempre presente kit específico) como “US Rifle, Navy
(la marina fue la principal impulsora del proyecto), Mk2, Model 1”.
Ejemplo del marcaje del cañón de un US Rifle, Bavy, Mk2, Mod 1. |
El
Garand también sería fabricado en Italia, bajo licencia, por Beretta, tanto en
sus versiones de .30-06 como en la de 7,62x51. Y al igual que en los EEUU, sería
el germen de un nuevo rifle, el BM59. Tanto compartirían su diseño, que los
argentinos que habían recibido unos 30.000 rifles M1, lograron adaptarlos para
usar los cargadores de petaca de éste último, en vez del consabido clip.
Rifle Beretta BM-59, versión de culata fija. |
Y
aquí hay una curiosidad. En la inmensa mayoría de los textos hablan de los M1
de Beretta como algunos de los más precisos y mejor fabricados Garand. Sin
embargo, (algo que ha sorprendido cuando lo he comentado en algún foro de los USA
o Canadiense), en España, el aficionado tiende a no quererlos por considerarlos
como malos y poco fiables. ¿La razón? Muy posiblemente que los que llegaron a
nuestro país, procedieran de restos del ejército italiano, y que hubiesen sido
usados durante mucho tiempo en instrucción de reclutas, con el consiguiente
pésimo cuidado, y alto número de “barrigazos” recibidos.
Garand original arriba, abajo el modificado por los argentinos (tomado del foro de la página web razonyfuerza.com) . |
El
final de la guerra de Corea y el advenimiento del M14 primero, y luego después,
del M16, no significó el final del uso bélico del Garand. Los norteamericanos
lo usarían ampliamente en Vietnam, en especial la versión M1D; así como sus
aliados vietnamitas y mercenarios laosianos. De hecho, las últimas piezas las
fabricaría Springfield en 1967. También fue suministrado ampliamente a países
de la OTAN y otros aliados de la esfera occidental, pero veamos algún uso
curioso…
US Marine usando su Garand M1C en la República Dominicana, 1965. |
El
M1 fue suministrado a la National Police Reserve del Japón, en 1950, lo que
constituiría luego uno de los gérmenes del renacimiento de las JDSF. De hecho,
si os fijáis, todavía en muchas ceremonias militares, el rifle usado al efecto
es el M1 Garand, lo cual no deja de ser irónico.
Soldados de la JDSF en parada ceremonial. |
No podía faltar...foto del impresionante Silent Drill del USMC. |
El
Garand sirvió bien a las fuerzas que representaban los valores de la democracia
y el respeto a los derechos humanos durante mucho tiempo, pero también cayeron
en malos “maléficas” de dictadores y terroristas. Quienes quizás se llevan la
palma fueron los temibles milicianos haitianos “Tonton Macoute”, las milicias
de la familia Duvalier (tanto de Papá Doc Duvalier como de Baby Doc Duvalier),
que fueron profusamente equipados con el mismo.
Dos fotos de los temibles Tonton Macoute haitianos. En Creolé, el término es equivalente a nuestro "hombre del saco"... |
Cierto
número de rifles M1 pasaron de los EEUU a Irlanda del Norte en los años 70 y
80, y acabaron en manos del IRA. Gran número de testimonios de soldados
británicos aseveran haberse enfrentado al temible y preciso fuego de Garands en
manos de terroristas irlandeses, incluso durante los años 90.
Y
ya que estamos en las islas, otra curiosidad. Antes de un año los M1 en poder
de la Home Guard británica, durante la Segunda Guerra Mundial, pasaron a
almacén; al ser dotados de subfusiles Sten, más baratos y adecuados a las
nuevas tareas a realizar una vez desestimada una invasión germana a las islas. Y
el destino posterior de 10.000 de ellos fue bien exótico…acabaron cayendo en
manos de una empresa oscura (la International Armament Corporation o
Interarmco) controlada por el aventuro y traficante Sam Cummings. Un personaje
curioso, que logró amasar una buena fortuna con el comercio de armas sobrantes
de diversos conflictos. Contratado como especialista en armas por la CIA,
aprovechó sus contactos para traer un montón de armas alemanas de la Segunda
Guerra Mundial primero, y luego del bloque del este después, a los USA, y muy
en especial a los armeros de las producciones de Hollywood.
Revolucionarios cubanos con el Garand. |
Esos
diez mil Garands se los logró vender al dictador cubano Fulgencio Batista a finales
de los 50, cayendo como es de esperar, un buen número, en manos de los
revolucionarios. También le vendió un buen número de rifles AR-10, pero éstos
fueron capturados en puerto por los castristas antes de ser pagados. Ni corto
ni perezoso, escribió a Castro pidiendo el pago o su devolución, a los que
Castro le respondió invitándole a Cuba a que hiciese una demostración. Con gran
valor se plantó en La Habana, siendo recibido por el notorio comandante
revolucionario, el cual impresionado por la demostración y ligereza del arma,
aceptó pagárselos. Peor lo tuvo con el dictador Dominicano Rafael Trujillo, el
cual estuvo a punto de matarlo, en una reunión, con uno de sus propios AR-10
que había sido capturado a un opositor. Al final, su negocio sufriría un gran
revés con el acta de control de armas de 1968, pero sobrevivió mediante la
importación de armas exóticas al mercado civil. Como anécdota, decir que un
número importante de pistolas Star o Astra españolas llegaron allí gracias a su
empresa.
Sam Cummings. |
Fidel Castro... y detrás un M1 Garand compartiendo plano con un Johnson. |
Otro
uso importante del M1 tuvo lugar en la revolución Sandinista de 1979. El Garand
equipaba a la Guardia Nacional del dictador Anastasio Somoza, y fue capturado
en gran número por los revolucionarios. Impresionó en gran medida a éstos, que
lo levaron al Olimpo de los fusiles junto con el AK y el FAL, y le llegaron a
dedicar una simpática canción revolucionaria que trataba de su despiece y
limpieza.
Guardia Nacional Nicaragüense. |
Guerrilleros Sandinistas...con el Garand. |
Rifle AR-10 del 7,62x51 NATO. |
Hace
años que no veo al M1 Garand en ningún conflicto, pero dada su difusión no es
de extrañar que volvamos a verlo. Springfield Armory de Illinois, de forma
intermitente fabrica un bello ejemplar conmemorativo (y bien caro) de la
batalla de Iwo Jima, acompañado de caja funda, y un K-Bar (en el mercado
americano, claro, aquí te lo venden pelado, y gracias). El último uso bélico en
manos norteamericanas del Garand fue durante la guerra del Golfo de 1991, tanto
en los ejemplares de la US Navy todavía en los armeros de los barcos, como en
manos de la USAF. Un cierto número de M1D de francotirador, reconvertidos al
7,62 NATO fue hallado en un almacén de la base Rammstein, en Alemania, y
enviado a Arabia Saudí, para ser usados tanto en funciones de guarda, como para
“desactivación” de pequeños artefactos explosivos. Me hubiera gustado ver la
cara de sorpresa de más de un soldado al ver que le asignaban para el servicio
un rifle “como el del abuelo”. Los últimos ejemplares del Garand serían
retirados de algunos barcos de la US Navy en fecha tan tardía como en 1995…
El
Garand entre los tiradores civiles seguirá teniendo muchos, muchos años de uso.
Es uno de los mejores, de los más grandes, y muy pocas armas serán capaces de
transmitirte unas sensaciones al cogerlo o al tirar con él como este gran
rifle.
El M1 Garand del autor...Off course, fabricado por Springfield. |
Si
ya lo cantaban con gran acierto los sandinistas: “ENTRE TODOS LOS FUSILES ESTE GARAND ES LA LEY!…”
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