Uno
de los aspectos más olvidados y desconocidos de toda la Segunda Guerra mundial,
para el aficionado a la historia militar, fue la lucha contra los partisanos.
Tras la guerra, surgió una importante leyenda sobre sus heroicos y desesperados
actos, llegando a magnificar muchísimo su verdadera contribución, pero a la
vez, tendiendo a ignorar su gran sacrificio y valor. E incluso, ocultando otras
dolorosas realidades, como la gran efectividad que los alemanes y sus aliados
alcanzaron ya en muchas de sus operaciones en 1944 (algunas realmente osadas),
y el gran apoyo que muchas veces tuvieron entre la propia población de los
territorios conquistados años antes.
Dos carros T-70 ex - soviéticos y un Hotchkiss H39 ex - francés, pertenecientes a una Sicherung Division. |
El
tipo y número de unidades empleadas en esta guerra fue enormemente dispar.
Algunas bien conocidas y eficaces, como las divisiones de las Waffen SS Prinz
Eugen y Florian Geyer. Un número importante de las fuerzas
usadas eran divisiones y regimientos de infantería regular de la Wehrmacht. Normalmente eran unidades
consideradas de tercera fila, con equipo obsoleto o muy básico, y constituidas
por hombres que o bien no eran considerados como físicamente preparados para
los rigores del frente, o su edad ya estaba bien avanzada la treintena o
cuarentena. El ejército alemán crearía lo largo de la segunda guerra mundial
las conocidas como Sicherungs Divisionen (en
total, unas 15), compuestas por reemplazos considerados de baja calidad para el
ejército regular. Muchos de sus miembros, simples ciudadanos, padres de familia
con varios hijos, se vieron súbitamente lanzados a la durísima guerra de
guerrillas del frente oriental, enfrentados a un enemigo tenaz y cruel, y
convirtiéndose ellos mismos en seres malvados y sin escrúpulos. Pocos volvieron
a casa, y aquellos que volvieron, aún hoy, apenas han querido hablar de sus
terribles experiencias. Incluso participarían las temibles unidades de la
policía militar del ejército, Feldgendarmerie,
y una sub sección de la misma, que ejecutaría un gran número de soldados y
nazis de retaguardia en el último año de la guerra, los Feldjägers.
Recreador moderno con el uniforme de Feldjäger. La banda roja y esa gorgejera serían especialmente temidas en los últimos años de la guerra. |
Sicherung Division, foto tomada al parecer en Bélgica. Obsérvese la disparidad de armamento y equipo. |
Otro
escalón fueron las temibles SS – polizei
schützen regimenters,
las grandes formaciones olvidadas de Himmler
(se crearían unas 38 en total, que pasarían a control directo de las SS en
febrero de 1943). Pensadas como fuerzas de ocupación y con funciones antipartisanas, al principio formadas por
numerosos policías civiles, con escaso y anticuado equipamiento, al final
tendrían que luchar en primera línea
durante las grandes ofensivas soviéticas de 1943 – 1944. Algunas, lo harían con
efectividad y arrojo, otras se desbandarían a la primera embestida…pero en
todas, lo más común fue su destino: su aniquilación casi completa en dichas
ofensivas. Varios de ellos, llegarían a ser más brutales inclusos en los
temibles Eisantzgruppen de las SS
(como por ejemplo un batallón que en un solo año ejecutó a 38.000 civiles
rusos, batiendo la marca de dichas unidades nazis)), pero apenas se
enjuiciarían a sus integrantes supervivientes, que volverían en la Alemania de posguerra
a realizar funciones de policía.
Eisantzgruppen en plena "faena". Y es una foto de las suaves... |
Pero
había otro tipo de formaciones, muy olvidadas incluso en la historia de los
países ocupados, por la inmensa vergüenza que suponían: las unidades
auxiliares. Constituidas a partir de los propios habitantes del lugar, nunca
faltarían a los alemanes un buen número de voluntarios dispuestos a cooperar en
tareas de seguridad y antipartisanas,
siendo, por lo general, incluso más brutales que las propias formaciones de las
SS, y responsables de un sin número de crímenes de guerra y atrocidades.
Tropas de seguridad alemanas, ejecutando civiles, acompañadas de un "auxiliar" del lugar. Nunca faltaron voluntarios nativos... |
Y
entre todas ellas, destaca una por encima de todas: la infame Brigada Kaminski.
Bronislaw Vladislavovich
Kaminski, nació el 16 de junio de 1899 en
Vitebsk. Estudió ingeniería química en San Petersburgo, y llegó a servir en el
ejército rojo durante la guerra civil rusa. Sufrió la gran purga de 1937, en la
que fue condenado a trabajar varios años, como ingeniero químico, en la
destilería de Sharashka, en la región de Bryansk. Una vez liberado, se le “reasignó”,
con el mismo trabajo en una destilería, a la región de Lokot, en una zona creada para aquellas
personas condenadas, que tras cumplir la pena impuesta, se les prohibía, por
sus actos antirrevolucionarios, volver a su domicilio habitual. Y éste es el
primer gran punto oscuro de su biografía. Conociendo un poco la gran severidad
de las penas que se imponían en ese periodo, sorprende ver la “blandura” de la
que se aplicó a Kaminski, lo que ha
llevado a muchos historiadores a sostener la teoría de que fue debida a que,
seguramente, tras ser detenido, cooperó plenamente con la NKVD. Fuera como
fuese, no hay duda que el hecho le causó un profundísimo resentimiento contra
su gobierno.
Bronislaw Kaminski. |
En
octubre de 1941, los alemanes conquistaron dicho área, y casi desde el primer
momento, encontraron una colaboración importante por parte de la población
local. En noviembre de 1941, acompañado de un profesor de una escuela técnica
llamado Konstantin Voskoboinik, propusieron a los ocupantes
germanos la creación de una administración local, con milicia propia. Aceptaron
encantados, constituyendo el inicio de lo
que se llamaría la “autonomía de Lokot”,
en muchos textos, y el comienzo, con poco más de dos centenares de hombres, del
Russkaya Osvoboditelnaya Narodnaya
Armiya, o RONA.
Los
comienzos fueron difíciles: apenas dos centenares de hombres, sin apenas
material (los alemanes, a estas formaciones, casi nunca les suministraban algo
útil) y sin uniformes ni calzado apropiado. Pero estamos a finales de 1941, y
esa parte de Rusia, era un inmenso campo de material desperdigado, desde armas
ligeras, pasando por arsenales de munición, e incluso material pesado como
carros soviéticos abandonados o piezas de artillería.
Beutepanzer T-26. Fueron muy usados en tareas antipartisanas. |
El
RONA comenzaría sus actividades antipartisanas
en la primavera de 1942, y rápidamente alcanzaría unos efectivos de varios
millares. Para 1943, contaba con unos 10.000 a 12.000 combatientes, equipados
hasta con piezas de artillería y una compañía de carros, con diversos ingenios
ex – soviéticos: desde KV-1s, pasando por T-34s (se habla de que llegaron a
contar hasta con 20 de ellos, y como comparativa, por ejemplo la Das Reich, en la batalla de Kursk,
alineó unos 25 de una factoría de Kharkov), y los más ligeros T-26 y BTs. En el territorio de Lokot, la norma para sobrevivir era bien clara:
total sumisión a Kaminski y sus secuaces.
Voskoboinik había muerto el 8 de enero de
1942, en un ataque partisano liderado por uno de los guerrilleros más famosos
de la guerra en el frente del Este: Alexander Saburov,
dejando así el terreno libre al brutal mandato de Kaminski.
Alexander Suburov. |
La
autonomía de Lokot (conocida en archivos como el
área de retaguardia 532) fue regida como una auténtica satrapía, en la
peor de las acepciones de la palabra. Todo exceso y brutalidad tuvo cabida en
tal territorio, hasta el extremo en el que el famoso Chateu de Silling
de la novela del Marqués de Sade “los 120
días de Sodoma” (que muchos conoceréis
más por su adaptación a la gran pantalla por Passolini,
en su inquietante “Saló”) queda a nivel de una guardería comparado con el
gobierno de dicho lugar. Y no sólo a nivel personal, sino también sus
desafortunados habitantes, eran esquilmados con gravosos impuestos, o robados
directamente ante cualquier capricho o necesidad. Enfrentarse a dicha
situación, e incluso una actitud que se considerara “tibia” de afección al
régimen imperante, era durísimamente castigada.
Partisanos Soviéticos. |
Los
soviéticos no cejaron en sus esfuerzos en conseguir que la región fuese
ingobernable, dedicando hombres y material a consolidar a un potente movimiento
partisano. No lo consiguieron, la brutalidad del RONA era legendaria, y los
apoyos a la resistencia no sólo escaseaban, sino que eran eliminadas personas y
lugares ante la más mínima sospecha de desafección. Los alemanes estaban
encantados, de tener una región segura por donde pasar sus suministros al
frente…bueno, no tan segura, pues rápidamente se dieron cuenta de la rapacidad
de los hombres de Kaminski, y su gran capacidad de rapiña de todo lo que
estuviese cerca de ellos, y que tuviese el más mínimo valor o utilidad.
En
el verano de 1943, Bryansk fue liberada, con una activa participación de grupos
partisanos, ansiosos como sus colegas del Ejército Rojo, de cobrarse
comprensible venganza sobre tan temibles gobernantes. Y ahí el RONA comenzó a
demostrar su valía como tropas de primera línea: absolutamente ninguna, retirándose
a la desbandada al primer ataque serio de varios regimientos de fusileros.
Libertadores de Bryansk: partisanos... |
y soldados del ejército rojo. |
A
la caída del área 532, siguió la retirada, no sólo de 15.000 combatientes (que
menguarían por un alto número de deserciones), sino también de 10.000 civiles,
1.500 cabezas de ganado, y todo el tren de artillería y blindados que les
quedaban. Una auténtica tribu germánica en plena migración, un espectáculo del
siglo IV D.C. en 1943…pero un espectáculo para ver de bien lejos, pues
rápidamente, en su retirada hasta el área de Lepel, cerca de Vitebsk (en la
actual Bielorrusia), se harían famosos por ser una auténtica nube de langostas,
arrasando, y cometiendo todo tipo de crímenes por los territorios por los que
pasaban.
En
la primavera de 1944, se emplearía al RONA en varias operaciones de gran calado
contra los partisanos del frente central. Las operaciones Regenschauer, Frülingfest y Kormoran,
serían largamente exitosas y causarían graves daños a la infraestructura de la
resistencia en dichos lugares. El que los partisanos soviéticos, antes de la
operación Bagration en junio de 1944 fuesen capaces de causar graves daños y
preocupaciones en la retaguardia de las fuerzas alemanes, después de tan severo
castigo, dice mucho de su valor, tenacidad y capacidad de recuperación.
Foto de miembros de la Sicherung division 4 en la operación Kormoran. |
El
RONA en dichas operaciones se lució de lo lindo…todos los mandos que los
tuvieron bajo sus órdenes se quejaron agriamente, sin excepción. Eran brutales,
voraces en el saqueo incluso en la propia retaguardia alemana, salvajes en su
trato con los civiles y prisioneros (más aún que las SS, que ya es decir), e
inútiles en combate. Eran famosos por huir al primer enfrentamiento serio, ser
indisciplinados y estar borrachos casi de continuo, y carecer de la más
elemental competencia táctica. Ahora, como saqueadores, eran de primer orden.
Partisanos soviéticos en el frente central. Pese a las operaciones de comienzos de 1944, su esfuerzo para paoyar las ofensivas de verano de ese año fue enorme. |
El
año 1944 vería su traslado a Alemania. Seguirían causando miles de conflictos
en retaguardia, y no sólo por sus borracheras y saqueos. Se haría también,
tristemente famosos por sus asesinatos, saqueos, insubordinaciones, e incluso
aficionarse a secuestrar personal femenino alemán, sobre todo enfermeras, para
violarlas en grupo y asesinarlas. En junio de 1944, se convirtió el RONA en la
SS – Sturmbrigade RONA, y a Kaminski,
se le nombró General Major der SS. La
idea era que el RONA se convirtiese en el germen de la 29 Waffen Grenadier Division der SS (Russische Nr 1).
Esos
planes se interrumpieron con la sublevación de Varsovia de principios de agosto
de 1944. Otra batalla olvidada, y de las más salvajes de toda la guerra. Una
batalla, que sigue sirviendo para abrir una insalvable brecha entre rusos y
polacos, y es lógicos, pues muchas generaciones tendrán que pasar para poder
perdonar la tremenda traición e indignidad de Stalin, de no liberar a la ciudad
mártir, estando sus fuerzas más potentes a las puertas de la misma, y sólo por
conseguir ventajas políticas en la posguerra.
Miembros de la Armia Krajowa. |
otro miembro de la Armia Krajowa. El subfusil es el Blyskawica de 9x19 mm, diseñado y fabricado por la propia resistencia polaca. |
El
RONA fue asignado a limpiar el sector de Ochota, cerca del centro de Varsovia.
El asalto se planeó el 5 de agosto…pero no se llevó a cabo, pues los miembros
de dicha unidad, o estaban borrachos o estaban saqueando las viviendas del
lugar. Lo peor vino a continuación…en vez de enfrentarse a los partisanos
polacos, se dedicaron a saquear y quemar todo el distrito, a matar a sus
habitantes, y a violar a toda mujer que tuviese el infortunio de encontrarse
allí. No se salvó siquiera uno de los centros punteros del tratamiento del
cáncer en la Europa de los años treinta, el Institut
Radowy, fundado por la mismísima Marie Curie. Tras ser saqueado, y violado
el personal femenino, todos los que estaban allí (80 pacientes y 90 miembros
del personal) fueron ejecutados. A los supervivientes se les llevó a un mercado
de abastos, que sería conocido como el campo
Zieleniak, donde seguiría la misma estela de crímenes hasta finales de
agosto de 1944.
Institut Radowa en la actualidad. |
Placa conmemorativa de la masacre en el lugar. |
Como
era de esperar, el valor en combate de los secuaces de Kaminski siguió siendo
ínfimo. Sus combates eran siempre los mismos: nunca se respetaba la hora de
inicio con las unidades vecinas, ocupaban las posiciones de avanzada polacas, y
se paraban a matar y saquear, especialmente las bodegas que se encontraban a su
paso. Si continuaban, caían sin parar en emboscadas tendidas por los expertos
partisanos polacos, así que tendían a no moverse de los primeros edificios. Las
quejas de las unidades vecinas, y de las de retaguardia no paraban de aumentar.
Al final, el RONA sufriría 500 bajas en toda la revuelta de la capital polaca.
Miembros del RONA en Varsovia. |
Hasta
un mando tan brutal como el Obergruppenführer
Erich Von Dem Bach-Zelewski se quejaría al mismísimo Himmler de la falta de
valía del RONA y del salvajismo que empleaban tanto con amigos como con
enemigos. Así que se decidió retirarlos a un sector más tranquilo y apartado:
el bosque de Kampinos, al oeste de la ciudad.
Obergruppenführer Erich Von Dem Bach-Zelewski, en la posguerra, y tras reconocer públicamente sus atrocidades, recibió una condenasorprendentemente leve. |
Allí
a finales de agosto de 1944, los partisanos polacos se cobraron su venganza.
Liderados por el teniente coronel Dolina,
cuyo nombre real era Adolf Pilch, uno de los grandes héroes de la Armia Krajowa, atacaron la unidad de
artillería del RONA a primera hora de la mañana. No pudieron elegirla mejor,
pues sus contrincantes estaban todavía bien afectados por el alcohol de la
noche anterior, y dormitando en el pueblo de Truskaw. Mataron a más de un
centenar, y el resto huyó dejando abandonado todo el equipo pesado, y numerosas
armas con sus municiones. Fue la gota que colmó el vaso.
Más del 90% de la ciudad quedó destruida al terminar la batalla... |
Kaminski
fue llamado a una conferencia de mandos en Lodz, a principios de septiembre de
1944. Pero lo que le esperaba era un consejo volante de guerra de las SS. No me
atrevo a tratarlo como un juicio de opereta, pues si bien los acusadores
precisamente no podían ejercer de tales, bien es cierto que todos los cargos de
los que fue acusado eran bien ciertos, y en especial de aquellos en los cuales
se le echaba a la cara su brutalidad con civiles y prisioneros…por parte de las
SS…realmente increíble.
La
sentencia fue rápidamente cumplida, y Kaminski fue fusilado, en fecha
indeterminada, poco tiempo después (otras fuentes aseguran que fue ahorcado). Y
para evitar sublevación de su gente, la GESTAPO, orquestó una falsa puesta en
escena de su suerte, como si su coche, camino de la conferencia hubiese sido
objeto de una emboscada de los guerrilleros polacos. Fue el final de su infame
brigada…
Los
supervivientes, es decir, los que no desertaron, acabarían engrosando las filas
del ejército ruso de liberación de Vlasov (el POA), mientras que los civiles
que los seguían acabarían realizando trabajos forzados para los alemanes en
Pomerania. La 29 Waffen Grenadier
Division der SS, al final fue formada, pero con fascistas italianos, siendo
la Italienische Nr. 1. Después de la guerra, tanto soviéticos como
polacos, perseguirían activamente a los miembros del RONA para enjuiciarlos por
sus brutales crímenes. Pocos eludirían la pena de muerte, ni siquiera el
último, juzgado en fecha tan tardía como 1978.
Ejército de Vlasov al combate en uno de sus T-34 |
Desde
luego, si en este mundo hay una vara que mida tu maldad y crueldad, seguro que
no logra superar a que te ejecuten las propias SS a las que perteneces, por
crueldad con los civiles y prisioneros del enemigo…
Emblema del RONA. |
No hay comentarios:
Publicar un comentario